Todos conocen aquel libro de Julio Verne “viaje al centro de la tierra”, hoy te quiero contar que ese libro me lo regalaron cuendo era niño y lo lei con todo el detalle.
Me lo regalaron usado, muy usado para ser exacto, le faltaban como 20 paginas al final, ya te imaginas, parecia que lo habia mordido un perro o habia estado en un lugar humedo, pero se podia leer y me atrajo su título.
Viaje al centro de la tierra cuenta como el explorador profesor Lidenbrock siguió las indicaciones de un manuscrito que lo llevó a descubrir un mundo en las profundidades. Lo impresionante es la forma con que escribe el autor. Julio verne describe los colores, los sonidos, todos con mucho detalle, además con la documentación precisa, porque mientras lo leía yo seguia en un mapamundi la ruta que ellos hacía y si concordaba cada lugar.
Recuerdo imaginarme viajando con los personajes. Mi imaginación se expandió, al final cuando descubrí que le faltaban páginas al libro pero tenía que terminarlo fui solo a una biblioteca buscando ese libro, me senté una tarde a leer allá las páginas que me faltaban. Estaba muy feliz de haberlo terminado y me gustó tanto ese tipo de lecturas de fantasía y viajes que he leído varios de los libros de Julio Verne hasta 2 veces, incluso queria aprender frances y leerlos sin traducción porque pensaban serían mas descriptivos.
Esas lecturas me han hecho querer conocer mi propio mundo, viajar, sentir por mi mismo los olores y los colores de lugares nuevos. Conocer gente y vivir las aventuras que les pasaba a esos personajes, y debo decir que definitivamente, las mías han sido mejores.
Hoy quiero invitarte a que leas libros de aventura, de viajes, de historias alegres que te inspiren a vivir y ver el mundo con otros ojos, no importa donde tengas que leer o como están esos libros, lo importante es el mensaje que nos dejan, tendrás que pedirlo prestado, comprarlo o descargarlo pero comprométete a iniciar y terminarlos.